jueves, 8 de mayo de 2014

Como lograr que la visión de nuestra empresa se haga realidad.

Riaz Khadem, estadounidense de origen persa, de amable conversación y verbo preciso, es presidente de Infotrac, Inc., una compañía estadounidense especializada en procesos de gestión para enfocar, alinear y unificar organizaciones. Khadem es un reputado experto en el desarrollo e implementación de estrategia empresarial, gestión del rendimiento, liderazgo y transformación cultural. Formado en las universidades de Illinois, Harvard y Oxford. Antes de emprender su camino empresarial, ocupó puestos académicos en las universidades de Southampton, Northwestern y Laval. En los últimos años ha servido como consultor a grandes empresas en Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Austria y México, citándose entre sus clientes a Eastman Kodak, Bellasouth, Bank of America, Avery Dennison, GE Capital Mortgage, British Home Stores, Mothercare, Volksfürsorge, Hippo Bank, Coca Cola FEMSA y Grupo Bimbo.

La planeación es fundamental, pero si no se implementa lo planeado que generalmente es difícil los resultados serán nulos. No hay logro sin esfuerzo.

Las empresas suelen contratar consultores que implementan interesantísimos ejercicios de planeación; un par de fines de semana fuera de las instalaciones en los que, previo análisis de fuerzas y debilidades, se revisan y redefinen visión, misión, estrategias y objetivos en un ambiente agradable.

Una vez concluido el ejercicio, los consultores entregan bonitas carpetas que resumen las premisas, escenarios, análisis, hallazgos, proyecciones, visión, misión, estrategias y objetivos. El proceso termina con una serie de encargos para cada director y, por supuesto, el compromiso de cumplirlos.

Al regresar a la realidad cotidiana, la actividad se apodera nuevamente de nosotros y las buenas intenciones, poco a poco, van quedando en el olvido. El resultado es previsible, no se logrará la visión o los resultados se obtendrán tarde, mermados o por accidente. Generalmente somos hábiles para planear pero no para implementar.

En este libro Riaz Khadem presenta en forma sencilla, amena y pragmática, la metodología de la planeación. Pero además, siguiendo la «historia» de un Presidente de Consejo cuya empresa acaba de adquirir otra de la competencia, describe los diferentes problemas que afrontan él y sus colaboradores y cómo los resuelven con la ayuda de una empresa de consultoría.

Propone 7 pasos para que el proceso de implementación deje de ser una colección de buenos propósitos y pase a resultados tangibles y oportunos:

• Responsabilidad alineada

• Información enfocada

• Capacidades alineadas

• Comportamientos alineados

• Equipos alineados

• Tutoría alineada

• Compensaciones alineadas

El común denominador es evidente, pero, ¿qué es la alineación? Según el doctor Khadem «Si todos vamos en diferentes direcciones, vamos a terminar por no llegar a ninguna parte», es congruencia, justicia y esfuerzo compartido. La alineación debe ser total, como dice el título, requiere que todos los elementos se armonicen.

Responsabilidad alineada. Tanto al planear como al implementar, quienes pretenden los resultados deben aceptar y compartir la responsabilidad. Alineación consiste en determinar los factores críticos de éxito, cómo medirlos y de qué forma contribuirá a su logro cada puesto en la organización.

Información enfocada. El doctor Khadem, coautor con Robert Sorber del libro Administración en una página, retoma y amplía algunos conceptos del manejo de información para no perderse en el amplio mar de datos.

Capacidades alineadas. Es fundamental que los involucrados en el proceso tengan las capacidades o habilidades necesarias para cumplir su responsabilidad. Implica que el subordinado evalúe sus carencias con ayuda del jefe y establezcan un plan de crecimiento. «Si se hace a alguien responsable de algo para lo cual no tiene las capacidades correctas se le condena al fracaso».

Comportamientos alineados. Implican crear una cultura empresarial que desaliente las actitudes destructivas o negativas y promueva las positivas. Con voluntad y un poco de ayuda, todos podemos cambiar en forma positiva.

Equipos alineados. La experiencia de un verdadero trabajo en equipo suele ser muy satisfactoria, sobre todo si los objetivos son claros y se alinean con la visión y las estrategias. En un equipo alineado la sinergia es impresionante.

Tutoría alineada. A cualquier nivel se necesita la tutoría o coaching. Como «facilitador» del trabajo del subordinado, el jefe no sólo lo dirige, le proporciona los recursos necesarios y le ayuda a crecer en sus capacidades, también lo anima y comparte con él preocupaciones, éxitos y fracasos.

Compensaciones alineadas. Omitir este análisis puede conducirnos a perder colaboradores valiosos o a compensar excesivamente a quien «hace como que trabaja» o se apropia de los logros de otros. La compensación siempre será un tema de justicia, dar a cada cual lo que le es debido. En resumen, las organizaciones verdaderamente exitosas y sustentables son aquellas en las que todos sus trabajadores tienen clara su misión y las estrategias a seguir para lograr la visión mediante estos 7 aspectos.

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